viernes, 1 de noviembre de 2013

"Los padres deben orientar a la inexistencia de los celos"

Comparto esta nota publicada en Diario Expreso el viernes 1 de noviembre de 2013:

Los celos entre hermanos no sanguíneos se dan y esto debe ser tomado en cuenta. En tanto padre y madre (nueva pareja en la relación) se pongan de acuerdo en establecer reglas en conjunto para el funcionamiento familiar. Esto es, que serán para todos los hijos, sin discriminar ni privilegiar si uno es hijo biológico o no. Sin embargo, se debe considerar las diferencias de edades para establecer reglas acordes a la edad.
Se aconseja que en un primer momento sea el padre o la madre biológica que ejerzan esa disciplina en sus hijos, hasta que estos logren adaptarse a la nueva situación.
Una conversación previa, clara y honesta sobre la nueva situación familiar ayudará al entendimiento del infante. Esta deberá hacerse con cada niño. Así ellos sentirán que son tomados en cuenta.
A todos los niños que integren la familia ensamblada se los deberá tratar como únicos e importantes. Si solo se da privilegios o premios al nuevo hermano de seguro se generarán celos y rivalidades entre los hermanastros.
Al darse conflictos entre los hermanastros, la pareja deberá escuchar a ambas partes. Estos deberán actuar de la forma más justa a fin de plantear soluciones inmediatas para el beneficio de la familia. Recuerde. Esto evitará que se generen rencores o malos entendidos.


domingo, 12 de mayo de 2013

Como ser madre y no fallar en el intento

Ante todo un feliz día de las madres, a continuación comparto este artículo publicado en Diario Expreso, Revista Semana, en el que emito mi opinión al respecto:


CÓMO SER MADRE Y NO FALLAR EN EL INTENTO

Ser madre no es una tarea sencilla. para desarrollar esta faceta se requiere esfuerzo, empatía y mucha paciencia.


Inés Ruiz del Árbol
ruizi@granasa.com.ec
“¿Quién es capaz de asegurar que siempre fue una buena madre?”, cuestiona con la mirada perdida María José Peralta. A esta veterana, que lleva más de 30 años dedicada a la titánica tarea de la maternidad, definir el perfil de una buena madre no le resulta fácil. Y es que desde que tuvo a su hija Ana Isabel a los 22 y a María a los 25, no ha pasado ni un minuto sin dejar de pensar en ellas. “Las mamás solo queremos el bienestar de nuestros hijos y para ello podemos mover cielo y tierra”, asegura con firmeza.
Según su experiencia, “nadie te enseña a ser una buena mamá. Vas aprendiendo gracias a tropezarte y de tener errores. Al final te das cuenta de que hay cosas que podrías haber hecho de otra manera”. No en vano, esta profesora de 50 años recuerda aún con angustia los problemas de conducta que tuvo Ana Isabel durante la adolescencia. “Faltaba a clase y se escapaba con su enamorado. Yo la castigaba. Nunca me hacía caso”, explica.
Con el tiempo, se percató de que su hija solo funcionaba si se sentía atendida y escuchada, así que optó por entenderla y empatizar con sus problemas. Diez años después conviven en una estrecha relación de confianza y respeto. “Ahora me pide ayuda para el cuidado de su hija y, después de tanto tiempo, me siento capaz de dar consejos sobre cómo ser mamá”, sonríe. Y es que lejos de lo que se muestra en la publicidad o en las películas de Hollywood, no se nace sabiendo y convertirse en madre supone un cambio vital de gran trascendencia que no deja a nadie indiferente.
Según la psicóloga clínica Gina Fabre, ser mamá es algo que se construye y se aprende. A esto se añade que lo que puede ser considerado bueno por alguien, quizás no lo es tanto para otra persona, ya que la educación de un hijo es algo muy subjetivo. Sin embargo, para la experta hay ciertas características generales que pueden definir a las personas que se empeñan en hacerlo bien. “La primera es hacer sentir a sus hijos queridos e importantes, brindarles la atención oportuna cuando lo necesiten, saber disciplinar de forma que aprendan y no se culpabilicen, así como enseñar conductas y prácticas útiles que les servirán a lo largo de toda su vida”. A todas estas pautas se añade la más importante, que es aceptar a los hijos tal y como son, sin esperar de ellos más de lo que pueden dar. “Está bien esperar el éxito de los hijos en lo que hagan”, aclara Fabre, “pero siempre con equilibrio para no llevarlos a extremos peligrosos”.
¿Amiga o educadora?
Muchas madres pecan por exceso de confianza, sin ser capaces de poner límites y convirtiéndose en las mejores amigas de sus hijos. Otras, por el contrario, llevan a cabo una disciplina ‘seudomilitar’ en su casa, evitando que los pequeños puedan desarrollarse libremente. Según la psicóloga Gina Fabre, ninguno de los extremos es aconsejable.
“Se debe ser amiga para que nuestros hijos puedan hablarnos de sus problemas y generar la cercanía suficiente para poder aconsejarlos. Pero no debemos llegar al extremo de ponernos al mismo nivel que ellos, puesto que la madre debe representar un rol de autoridad”, explica la psicóloga.
En este punto coincide con el psicoterapeuta Jacques Delphi, quien afirma que lo ideal está en que los hijos tengan confianza con su madre, sin asociar esta relación a las que tienen con los amigos de su edad, en las que no tienen por qué existir esos roles diferenciados.
Y es que para que la relación entre madre e hijo sea exitosa, se debe comenzar por escuchar las necesidades de ambos. “En ocasiones los hijos en mi consulta manifiestan que su mamá no los escucha y les quiere imponer su criterio sin conocer lo que sienten y, a veces, sin tener razón”, reflexiona el psicoterapeuta.
Por otro lado, hay que asumir que dar normas no va de la mano de la rigidez y la férrea disciplina, sino que es un acto que puede ayudar a los hijos a adquirir valores y directrices para encaminar su vida de manera adecuada. “Al dar normas se están creando actitudes para poder tolerar mejor la frustración, con más carácter y fortaleza, ante los problemas que se puedan presentar en el futuro”, asegura Fabre.
Otro factor relevante para que el estrés de la maternidad no ahogue es que después de las obligaciones, se reserve al menos una hora al día dedicada a hacer lo que más le gusta, le relaja o le hace descansar. Los expertos recomiendan, además, salir con la pareja en plan romántico cada dos semanas, dejando el tema de los hijos para otro momento.
Es importante, a su vez, no obsesionarse con la idea de llegar a ser como ‘superwoman’. Basta con tratar de mejorar en los pequeños fallos y dejar atrás las culpas, que asaltan a la mayoría de las madres cuando salen a trabajar. La psicóloga Gina Fabre asegura que para poder hallar este equilibrio es necesario contar con el apoyo del compañero y saber organizar el tiempo para poder desarrollar todos los aspectos de su vida. Y es que, como reza el dicho popular, madre no hay más que una... cualquier hijo del mundo lo puede confirmar.
Webs sugeridas sobre el tema
  • http://www.terra.com/mujer/articulo/html/hof50405.htm
  • http://www.mujerhoy.com/Psico-Sexo/sentimientos/buena-madre-723764042013.html
  • http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=5
Libros recomendados
  • Cómo ser buena madre en un minuto, de Spencer Johnson. Claves para cuidar a los hijos con confianza y fortalecer el vínculo afectivo todos los días.
  • 101 consejos para mamás primerizas, de Susana Martínez. Las madres primerizas temen no hacerlo bien. El libro ofrece soluciones a las dudas.


    Gracias a Diario Expreso por entrevistarme y poder compartir mi opinión.


    viernes, 12 de abril de 2013

    Estudio de habilidades directivas en la mujer

    Comparto esta investigación realizada en España, con datos sumamente interesantes acerca de como la mujer ejerce el liderazgo a nivel empresarial y obstáculos que enfrenta. Son varios temas escritos por diferentes autores.
    Se pueden descargar la investigación aquí:
    http://es.scribd.com/doc/135593475/estudio-habilidades


    martes, 12 de febrero de 2013

    Vacaciones crónica de una crisis anunciada

    Comparto este artículo, en el que me entrevistaron para colaborar con este tema. Agradezco a Diario Expreso por la oportunidad que me dieron de ofrecer mi punto de vista.
    http://www.semana.ec/ediciones/2013/02/10/psicologia/psicologia/vacaciones-cronica-de-una-crisis-anunciada/


    VACACIONES CRÓNICA DE UNA CRISIS ANUNCIADA

    El exceso de convivencia, los desacuerdos respecto al destino o el sexo pueden desencadenar una crisis de pareja durante las vacaciones

    Inés Ruiz del Árbol
    ruizi@granasa.com.ec
    Las imágenes de unas vacaciones paradisiacas visitan la cabeza de cualquier trabajador común al menos una vez durante su jornada. Sobre todo cuando el calor aprieta y el estrés se acumula. Baños en aguas cristalinas, comidas con vino añejo y largos paseos cogidos de la mano, son las estampas de amor sin imperfecciones que se busca vivir durante este periodo de asueto.
    Sin embargo, las vacaciones no son la postal perfecta que se ha imaginado en la oficina. Y aunque muchas parejas en crisis crean que unos días de relax serán la solución a sus problemas, estos pueden tener su lado crítico.
    Luis Veiga, psicólogo y magíster en Terapia de Pareja, asegura que es importante no soñar con ideales imposibles para evitar frustraciones. “Es un período idealizado que supuestamente nos recompensará por los esfuerzos del año, pero tener mucha expectativa puede acabar en frustración porque normalmente no se consigue el ideal de los dos miembros”.
    En las vacaciones, hombre y mujer están juntos las 24 horas durante varios días seguidos. Una convivencia muy alejada de la rutina habitual, donde normalmente coinciden al final de la jornada, cuando ambos han terminado con sus obligaciones laborales o domésticas. “Aunque parezca extraño, la ausencia de horarios, rituales cotidianos y obligaciones, pueden llegar a descolocar mucho a la pareja”, puntualiza el experto.
    En los últimos 10 años el número de divorcios en Ecuador se incrementó en un 95,3%, frente al 11,1% de incremento de matrimonios, según los últimos datos de Registros Administrativos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). De acuerdo a estos datos el mes en que se registraron más matrimonios fue agosto; mientras que en enero, se registró el mayor número de divorcios.
    “Enero es el mes en el que hay más divorcios a nivel nacional, lo que nos podría indicar que después de la época de Navidad y fin de año, tras un mayor acercamiento familiar y si hay una crisis latente, más parejas dan el paso”, analiza la psicóloga clínica Gina Fabre.
    Sin embargo, las vacaciones no tienen porqué ser sinónimo de crisis. De hecho, son un sugerente estímulo para la convivencia en parejas que funcionan. Pero, si no se está pasando por un buen momento, pueden ser una auténtica bomba de relojería.
    Bertha de Farah, terapeuta familiar, asegura que “para que una pareja entre en crisis durante el periodo de vacaciones, significa que ya estaba pasando por situaciones disfuncionales y no se les había dado la solución requerida. Si ya existía una distancia emocional entre ellos, durante las vacaciones al estar en un entorno diferente al acostumbrado, aumentará esta distancia emocional”.
    Disfrutar las vacaciones, objetivo común
    “Siempre surgen problemas a la hora de planificar las vacaciones”, explica Liliana Vargas, historiadora, de 36 años, “él prefiere improvisar y decidir en el último momento. Yo, en cambio, me decanto por decidir el destino con antelación, buscar la ruta y los hoteles. Durante el viaje en sí, también tenemos conflictos, puesto que no siempre nuestra idea de cómo deben ser las vacaciones son las mismas”. Es el caso de quien, año tras año, vive los mismos desencuentros para preparar sus días de descanso.
    Hay distintas variables a tener en cuenta al planificar las vacaciones en pareja y que pueden ser fuente de conflictos si no se solucionan adecuadamente. Los desacuerdos sobre destino, fecha, duración o alojamiento pueden suponer una discusión mucho más grave de lo que debería ser.
    Con respecto a las actividades que emplearán para su tiempo de ocio, la psicóloga clínica Gina Fabre recomienda un consenso para satisfacer las necesidades de ambos. “El hecho de respetar los gustos de la pareja, es algo que debe quedar claro desde el inicio de la relación. Si esto no fue conversado, va a originar conflictos. Lo importante es dar espacio a las necesidades de cada uno y respetarlas, encontrar un consenso si hay algo que no agrada”.
    Teniendo en cuenta estas premisas, el terapeuta Luis Veiga explica que lo importante es que ninguno tenga que renunciar en beneficio del otro: “Si durante las vacaciones un miembro de la pareja mantiene su afición y el otro tiene que renunciar a la suya para cumplir con tareas que se generan en la convivencia, se están poniendo las bases para una crisis profunda, duradera y de mala solución”. Durante estos días se deberá generar una dinámica diferente a la que se tiene normalmente, ya que repartir responsabilidades y tareas equitativamente evitará enfados y reproches.
    Lo mismo ocurre con la elección de la familia a la hora de pasar las vacaciones. Este hecho, en el caso de que se le sumen los problemas que arrastraba la relación, puede convertirse en un obstáculo insalvable. “Tomar la decisión de elegir con qué familia compartir las vacaciones es en muchas ocasiones generadora de conflictos, por eso es muy importante que las parejas aprendan a llegar a acuerdos. Por ejemplo, un año se disfruta las vacaciones con una familia y al siguiente con la otra. De esta manera, siempre y cuando se respete el acuerdo, ambos quedan satisfechos”, explica Sandra Saltos Alarcón, psicóloga especializada en terapia familiar.
    Sexo, un arma de doble filo
    “Cuando llegamos al hotel la primera noche, aunque estábamos cansados, era como una obligación tener sexo”, confiesa Carlos Alejandro Cueto. Para este diseñador de 45 años, diez días en la costa fueron suficientes para decir adiós a su matrimonio. “Estábamos distanciados, pero estas vacaciones nos hicieron darnos cuenta de que ya no podíamos seguir juntos”, recuerda.
    El ritmo intenso con el que se vive durante el año interfiere en la vida sexual de una pareja y las vacaciones pueden servir de acercamiento, pero es importante que el deseo surja sin presiones. “En vacaciones, si se tienen problemas, el tema del sexo generará mucha presión, pues pueden sentirse obligados a tenerlo pensando que puede ser la solución del problema o para compensar el tiempo perdido”, apunta la psicóloga Fabre.
    La encuesta Durex de Bienestar Social, realizada en 26 países a nivel mundial, arrojó luz sobre el asunto de la frecuencia en las relaciones sexuales. El promedio es de 103 encuentros sexuales por año. El 5% de los adultos tiene sexo todos los días y uno de cada cinco lo hace entre 3 y 4 veces a la semana.
    Aunque no especifica si el ritmo aumenta en determinados periodos, una atmósfera libre de estrés puede favorecer un escenario romántico y fomentar encuentros sexuales másplacenteros.
    “Definitivamente cuando hay tiempo libre, hay más oportunidades de estar relajados y no preocupados por el trabajo o los estudios”, advierte la experta Bertha de Farath.
    Y es que una pareja feliz lo será en la playa o en cualquier rincón remoto del mundo. Pero una pareja en crisis solo sentirá distancia y tristeza, por muchos lugares increíbles que visite en sus vacaciones.